La inflación es el aumento generalizado y sostenido de los precios de bienes y servicios de un mercado durante un determinado período de tiempo. Cuando una economía padece este fenómeno, la divisa pierde su poder adquisitivo frente al avance de todos los precios. Todos nuestros ahorros que no estén invertidos y los salarios que no se ajusten en proporción al porcentaje inflacionario se irán devaluando.
Si bien la inflación tiene muchas consecuencias, como el deterioro de los ahorros, la disminución de la capacidad ahorrativa de los individuos y el incremento del precio de la canasta básica de las familias, también puede tener algunas ventajas para aquellas personas que tengan deudas por pagar.
Ventajas de la inflación para los deudores
Si bien en líneas generales los índices elevados de inflación son muy perjudiciales para la economía, los deudores pueden encontrar una pequeña ventaja dentro de este fenómeno monetario.
Los préstamos son otorgados siempre con un interés extra que debe pagar quien lo solicite. Por esto es importante siempre prestar atención al interés que exige la entidad prestamista, así como a los plazos de pago, la posibilidad de una reestructuración de la deuda y todos los términos y condiciones. Ahora bien, el interés puede ser bajo y no contemplar una futura inflación en la moneda en la que fue tomado el préstamo. Por ende, mientras avanza la inflación los salarios también aumentan y los montos del interés del préstamo que solicitamos permanecen al mismo costo nominal.
Así como los precios de los bienes y servicios aumentan de forma sostenida, si nuestros ingresos también aumentan, el costo real del interés de nuestra deuda se reduce. Si reducimos nuestros gastos y aprovechamos el aumento nominal de nuestros ingresos -aunque no sea proporcional al porcentaje de inflación- veremos cómo el interés de la deuda se vuelve más accesible. En otras palabras, si la entidad financiera no contempla este fenómeno y deja sus montos de interés fijos desde el momento en el que la persona solicita el préstamo, no dará lugar a que el interés avance al igual que el precio del resto de los bienes y servicios del mercado. Los salarios, al igual que los otros precios, tenderán a aumentar y así la deuda se irá licuando.
Otras ventajas de la inflación
Una inflación moderada también puede motivar a los agentes económicos a canalizar sus ahorros hacia inversiones rentables, ya que estos si permanecen quietos pierden su valor real y su poder adquisitivo. El aumento de las inversiones impulsa el desarrollo económico de un país. Cuando una persona compra activos, le otorga a la institución en la cual invierte dinero líquido y financiación inmediata. De esta manera, las empresas emisoras de acciones u obligaciones negociables pueden ampliar su infraestructura y contratar mano de obra, mientras que los Estados emisores de bonos y otros activos de renta fija al obtener financiación pueden llevar a cabo políticas públicas que favorecen a la población. Este aumento del dinero en circulación es beneficioso para la economía local.
Además, la inflación puede favorecer el consumo de las personas y así aumentar la demanda y la producción de bienes y servicios ya que los agentes económicos preferirán comprar antes que aumente el precio de los consumos.
Otra ventaja que puede tener este fenómeno es que evita el riesgo de una deflación, es decir, de la reducción sostenida y generalizada de los precios en un mercado. Esto puede ser muy perjudicial para la economía ya que afecta a la producción y al ingreso de casi todos los sectores.
Si bien una inflación del 2% o 3% puede tener algunas ventajas, cuando estas cifras se disparan los costos superan con creces a los beneficios.
Consecuencias de la inflación
Como hemos mencionado anteriormente, la principal consecuencia de este fenómeno es que, de no ajustarse los salarios en proporción al porcentaje inflacionario, el poder adquisitivo de los agentes económicos se reduce. Pero también existen otros efectos negativos:
- Desfavorece las importaciones: como la divisa local se deprecia, es más difícil acceder a bienes y servicios tasados en precios internacionales.
- En sintonía con lo anterior, las exportaciones aumentan ya que los precios son más accesibles para otras economías. Pero, a su vez, afecta a la competencia interna y a la producción destinada a la economía local.
- Perjudica a los acreedores: así como los deudores se ven beneficiados ya que el valor real de su deuda disminuye, los acreedores salen perdiendo.
- Desalienta la inversión: la incertidumbre ahuyenta a los inversores, que muchas veces prefieren buscar opciones de inversión más seguras y rentables en otros países con economías más sólidas.
- Perjudica a los estratos sociales más bajos.